
Después de la ausencia viene la presencia, bueno no siempre pero en este caso si, despúes de un breve recorrido por Holanda y unos días en Madrid, regresé a México a retomar el ritmo de los dias.
Sin duda fue un viaje hermoso, lleno de instantes que desearia que permanecieran grabados y que no se los apoderada el olvido.
Como siempre despues de un vuelo intercontinental de mas de 17 horas de trayecto uno llega molido, así que Madrid tuvo que esperar a la mañana siguiente para que comenzara mis andanzas, el reencuentro con la ciudad siempre es mágico, es una ciudad llena de significados, y como diría Sabina todos los caminos llevan a Madrid, lugar al que siempre he de regresar.
El primer sabado tuve el honor de encontrarme con Merak, un hombre más que encatador lleno de vida, gracias por la comida, el vino y la charla!

La siguiente parada fue Amsterdam, una ciudad indescriptible, hermosa con gente muy amable, una atmosfera unica, con rincones urbanos únicos, por todos lados te salen bicicletas y tranvias, así que cuidado con ser atropellado, después fuimos a Rotterdam una ciudad más nueva, con su gran puente Erasmus que es más que impactante, recorrimos sus calles en bicicleta para no quedarnos con las ganas de vivir la experiencia, pero creanme que es menos estresante manejar un auto que conducir una bicicleta en Holanda, la siguiente ciudad fue Utrecht, un vistazo meramente arquitectonico pues el destino era La Haya, una ciudad más csmopólita con menos bicicletas pero con un encanto propio, el final se acercaba y regresamos a Amsterdam, la recorrimos con más confianza como si la conocieramos de hacia mucho tiempo, finalmente había que regresar a Madrid.
De vuelta a Madrid, tuve que recuperar el tiempo perdido, ponerme a trabajar un poco y encerrarme en la Biblioteca Nacional un par de días, con una gripa marca diablo que no me dejo en paz hasta hoy que al aparecer me he recuperado.
El último fin de semana entre las prisas de los últimos días de vacaciones pude ver a Pablo para tomar una cañas, tapear y comer, fue un muy agradable reencuentro con más calma que la primera vez, por cierto después de la comida ya no cené para que no espates con que soy una troglodita, jajaja. Como todo lo que empieza tiene que acabar, llegó el domingo me despedí de Madrid caminando por la Castellana, visitando el Rastro y el prado del Prado porque ya estaba cerrado cuendo llegamos.
Hoy de vuelta en Mexico comienzo a retomar el ritmo de la cotidianeidad, propositos para este año: disfrutar la vida, reir, correr, soñar, amar, y siii acepto que el no correr ha tenido graves consecuencias, que comenzaran a ser remediadas a partir de hoy, perder los kilos ganados, que fácil se ganan sin darse uno cuenta... jajaja si me di cuenta pero antes de encariñarme con ellos los dejaré ir mejor.
FELIZ AÑOS A TODOS!!!