Un autoregaño...

No había vuelto a escribir porque se me cruzaron unos cuantos pecados que alteraron el entrenamiento, la semana pasada sólo corrí dos días y a muuy duras penas, el domingo me tocaba correr 45 minutos, así que dije, nada de consentimientos y a correr completo.
Fue de esos dias en que uno acaba de correr y siente que el mundo es otro,con esa satisfacción de sentirse cansado pero de haber completado lo programado, así que al terminar fuimos a nuestro ritual desayuno de domingo con toda la instención de inscribirnos en la carrera de los 10 km, pero todo quedó en intención porque aun no estaba abierto el registro.
En fin, hoy algo tarde pero con mucho ánimo sí entrené, me tocaban solo 35 min que a mi paso habrán sido poco más de 6 .5 km, así que con la compañía de algo de música se pasó rápido el tiempo, terminé tranquilamente.
Sin duda es todo un rito eso de correr, te encuetras con la misma gente que se hace ya muy familiar aunque no intercambies más que una que otra mirada, y dependiendo de la hora las personas cambian, cuando corro a las 7:30 son en su mayoría los que trabajan temprano, en cambio los que corren como a las 9 se les nota que no tienen prisa alguna se les va en platicar más que en correr, todos ellos unos personajes que he visto pasar desde hace más de 10 años, a pesar de mi inconstancia que está volviéndose ahora constancia, pues en un par de meses celebraré el cumplir un año de correr sin interrupciones, bueno sólo el viaje a España que por razones climatológicas decidí no llevarme ni los tenis.
En fin aun queda mucho camino por correr...