Volver a empezar...

De nuevo por aqui, después de un viaje cansado pero encantador, siempre pisar nuevas tierras es enriquecedor, todo empezó en Roma con la visita al Coliseo, el Trastevere, la plaza Nubona, Trevi, la plaza de España y demás lugares ancestrales que imponen por su magnificencia, la siguiente parada fue Florencia con una catedral impactante, el museo de la academia el David de Miguel Angel, sus mercados y sus puentes, después Venecia, simplemente me quedé sin palabras tiene un encanto muy especial, sus canales y sus góndolas con su obligado paseo en góndola con un música en vivo y una copa de champagne, había que vivir el momento y disfrutarlo aunque el clima estaba algo insoportable 39ºc, pero no había tiempo para enojos.

Al terminar ese recorrido por Italia, siguió un breve paso por Suiza, caminamos por Lucerna y por Lugano, dos ciudades en donde todo es demasiado perfecto, después llegamos a Berna que fue donde más tiempo pasamos, recorriendo sus calles y con un breve descanso para retomar fuerzas y continuar despues a Paris.

Paris es una ciudad a la que hay que dedicarle varios días así que continuará en mi lista de lugares por visitar porque me faltaron muchos rincones por descubrir, aunque no me sentí extraña en Paris, caminaba como si lo conociera, en sí con un mapa en la mano soy feliz, pero esa sensacion de tranquilidad no fue la misma que sentí en Roma, por ahí si nos perdimos pero bueno perderse no es tan malo conoces igual nuevos lugares. Paris como Roma está llena de iconos que te llenan de emocion el pisarlos, verlos, respirarlos, olerlos, aunque jamás en mi vida había pasado tanto frio como en Paris, enloqueció el clima, cuando subimos a la torre Eiffel comenzó a llover, hacía mucho viento, en fin jamás olvidaré Paris.

Pero el recorrido aun no termina, la siguiente parada fue San Sebastían, ya en España que por alguna razón no había estado ahí aunque había pasado muy cerca, también es una pequeña ciudad que te conquista rápidamente y la cocina vasca es de las que se te queda en el paladar, pero como todo tiene su fin había que llegar al último destino... Madrid.

Obviemente me urgía llegar a Madrid y reencontrar a Migue, pues ya teniamos seis meses de no vernos, así que por fin llegamos, y lo que se suponía era un descanso jamás lo fue, pues no hubo ningún día libre para respirar un poco a pesar de que ya he estado en Madrid otras veces esta vez me tocó mostrarle los encantos de la ciudad a mi madre, y como no querían dejar despericiar ni un instante pues fuimos a casi todos los lugares emblemáticos, rentamos un auto y visitamos El Escorial, Segovia, Avila, Toledo y Salamanca, solo se que que ahora mi mente está llena de imagenes que tengo que poner en ordén porque ya no se en dónde está cada cosa.

Sin duda una de las cosas que más me gusta en la vida es viajar, siempre el tiempo resulta insuficiente, y con tanto ajetreo me ha quedado pendiente una visita a Valladolid a Merak, pero he de volver pronto, y bueno aunque fue una plática fugaz antes de tomar el avión de regreso a México pude ver a Pablo, no hubo horchata de por medio pero si un lindo encuentro, así que desde aqui te agradezco el haberme ido a buscar a Barajas, además a Pablo le debo el haber encontrado las zapatillas pues él me dio la dirección de The Running Company, ya que en Mexico no son tan fáciles de conseguir las Asics y menos el modelo para la hipronación, así que regresaré a correr después de dos meses de ausencia, el tendón está casi recuperado aunque aun no está al 100%, pero este fin de semana ya lo haré correr un poco, porque entre el descanso, la pérdida de condición y el recorrido gastronómico de Roma a Madrid pues de souvenir de Europa me he traido más de 3 kilos que desde hoy les empiezo a dar la despedida.